Vacaciones (I)

He firmado el último formulario... Me despido, cojo un taxi, llego a la estación, paro en el mismo rincón de madera del mismo bar para hacer tiempo hasta que salga mi tren...y por fin llega esa sensación, todo me sabe diferente, huelo la calle de forma distinta, la luz no es la misma, algo se está cociendo... Vacaciones!!!
Cortas, pero vacaciones, me pinto la sonrisa sin necesidad de maquillaje y camino de otra manera, lo veo todo como ya empiezo a acostumbrarme (sí, a lo bueno se acostumbra una facilmente), con ojos positivos a pesar de lo que aún me queda por hacer, pero lo que falta es sólo terminar de llenar de ilusión una maleta,... uhmm... necesito un baúl, mejor dos, que digo dos! Dos mil!!!
Llevaba unos días viéndolo todo más gris que azul, eso significa simplemente que ignoraba el cielo plomizo que tengo sobre mí, y que hoy... me parece el azul más bonito. Vacaciones... no tienen porque ser del uno al treinta de agosto, mi corazón está de vacaciones, y no pienso dejarle solo, me voy con él, ultimamente hemos tenido diferencias, y creo que un buen intermediario nos ayudará a solventarlas.

Para Lelas

Para Juncal

Nos vimos tres o cuatro veces.., en la misma ciudad. (Música)
No me pareciste tan rara, intenté tocarte y te echaste para atrás, "cada día me caes más bien" me dijiste una vez, y pensé "me odia".
Derramé mis cacahuetes sobre ti, no lo hice con intención, pero a los postres me devolviste la pelota, la pelota verde.
Al contrario de lo habitual, el tiempo y la distancia nos unieron un poco más, despacio, como se cocinan los buenos platos, despacio y con cariño, aunque no tengamos la receta. Y un buen día nos encontramos como se encuentran dos coches con la matrícula de la misma ciudad a cientos de kilómetros de casa, sin un pasado cargado de recuerdos, esos que unen tanto a las amigas, pero con algo en común, decidimos sin pensarlo comenzar a crear los nuestros, los que dentro de unos años posiblemente serán el almacén de nuestra amistad.
Intentando no perder la calma, unidas por la confusión, un "no" quería ser un "sí", un domingo libre se convierte en sábado, Cibeles pasa a ser un perfume, las malas experiencias se vuelven carcajadas y las buenas, desmayos.
Sólo sabemos que no colgaríamos el teléfono sin que volviera a la mano que marcó el número, y eso, une mucho, tanto como las noches de confesión, los miedos, las dudas y los regalos que nos hacen sin querer, porque el fin y al cabo, ¿quién dijo que las paralelas nunca se unen? Seguramente alguien que andaba en estado similar y no tenía con quien "compartirlo" ;)

Sorpresas

Hace mucho tiempo leí una novela que me encantó en el sentido literal de la palabra, en mi afán por compartir la grata experiencia acabé perdiéndola en uno de esos viajes sin retorno que hacen nuestros libros más queridos.
He estado dos años buscándola y justo el día que por fin la encuentro, hoy, alguien muy especial me comunica, no sin cierta decepción, que también la había localizado y la tenía en su poder, guardándola para darme una sorpresa que ya daba por arruinada.
Ya no me sorprenderé cuando me la dé, pero el hecho de que recordara, que buscara y esperara el momento de entregármela es la mejor de las sorpresas.
Al fin y al cabo es sólo un libro, especial, pero sólo eso, es mucho más difícil y sorprendente encontrar personas que recuerdan, buscan y cumplen.