Pequeños fragmentos de tiempo perdido
Foto: Kendall
Tenía que hacer algo, los platos sin fregar, mi escritorio hecho un caos de papeles, latas vacías y ceniceros llenos, mi gata protestando junto al plato de comida… vacío, la cama sin hacer, los dientes sin lavar después de comer, entre otras cosas, porque aún no había comido y la ducha matinal pospuesta para otro momento del extraño día.
Así que me miré en el espejo y empecé a poner las cosas en su sitio, no precisamente por orden de importancia, precisamente eso me ha hecho comprender que a menudo tenemos que perder el tiempo en asuntos que no son de nuestro agrado pero que requieren nuestra atención y encontrar la tranquilidad necesaria para poder dedicarnos con entera libertad, y satisfacción, a lo realmente importante. A veces no es fácil.
Por eso, cuando mi mesa estuvo impoluta, los lápices afilados, las plumas cargadas, la cocina recogida, la cama sin una arruga, yo duchada y mi boca fresca, respiré hondo, me recosté en los cojines de mi cama, cogí el teléfono y una sonrisa contestó.
(Creo que voy a lavarme los dientes otra vez y asegurarme de… DIOS MÍO! LA GATA!!!)
Tenía que hacer algo, los platos sin fregar, mi escritorio hecho un caos de papeles, latas vacías y ceniceros llenos, mi gata protestando junto al plato de comida… vacío, la cama sin hacer, los dientes sin lavar después de comer, entre otras cosas, porque aún no había comido y la ducha matinal pospuesta para otro momento del extraño día.
Así que me miré en el espejo y empecé a poner las cosas en su sitio, no precisamente por orden de importancia, precisamente eso me ha hecho comprender que a menudo tenemos que perder el tiempo en asuntos que no son de nuestro agrado pero que requieren nuestra atención y encontrar la tranquilidad necesaria para poder dedicarnos con entera libertad, y satisfacción, a lo realmente importante. A veces no es fácil.
Por eso, cuando mi mesa estuvo impoluta, los lápices afilados, las plumas cargadas, la cocina recogida, la cama sin una arruga, yo duchada y mi boca fresca, respiré hondo, me recosté en los cojines de mi cama, cogí el teléfono y una sonrisa contestó.
(Creo que voy a lavarme los dientes otra vez y asegurarme de… DIOS MÍO! LA GATA!!!)
1 Comments:
El tiempo nunca se pierde, tan solo tomamos pequeñas pausas de nosotros mismos, o dibujamos en el aire circulos de humo para ver luego lo que pasa por ellos, besos, besos, y saludos.
Post a Comment
<< Home